Antes de formalizar la compra de una vivienda, ya sea para uso propio o como inversión, es fundamental disponer de una evaluación técnica y económica objetiva del inmueble y de los riesgos asociados a la operación.
El análisis abarca el estado constructivo del edificio y de la vivienda, la detección de posibles patologías o defectos relevantes, la revisión de la situación urbanística y otros condicionantes que puedan afectar al valor o a la viabilidad de la compra. De forma complementaria, se realiza una valoración de mercado basada en datos reales y contrastados.
El objetivo es aportar una base técnica coherente que permita tomar decisiones informadas, ajustar una oferta con criterio y anticipar riesgos que no siempre son evidentes en una visita convencional o en la documentación comercial.
El servicio se articula en torno a un análisis técnico y físico del estado real inmueble, que puede complementarse, cuando procede, con evaluaciones de carácter económico-de mercado y legal-urbanístico.